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Aspectos pedagógicos del e-learning

Publicado en 11 enero, 2015

Los aspectos pedagógicos del e-learning son los grandes olvidados cuando hablamos de esta modalidad de formación. Sin embargo, los aspectos pedagógicos del e-learning están presentes y de manera muy significativa ya desde la propia formación de este concepto.

El término “e-learning” proviene de Electronic Learning. En estas dos palabras se está uniendo, por un lado, el aspecto tecnológico (“electronic”) y, por otro lado, el aspecto pedagógico (“learning”), dando lugar a una palabra nueva y a un concepto nuevo cada vez más en auge.

  • El aspecto pedagógico se refiere a la Tecnología Educativa entendida como disciplina de las Ciencias de la Educación, que engloba el uso de las tecnologías de la información y de la comunicación, favoreciendo un aprendizaje interactivo, flexible y accesible a cualquier persona.
  • Mientras que el aspecto tecnológico está referido a la Tecnología de la Información y la Comunicación favorecido por las nuevas tecnologías y por la democratización de la tecnología entre la población.

Es este último aspecto, el tecnológico, el que a primera vista resulta más tangible. Por ejemplo, es especialmente visible en las plataformas de e-learning o LMS (Learning Management Systems). Sin embargo, los aspectos pedagógicos son el alma del e-learning y, aunque a priori sean menos tangibles, resultarán ser los más relevantes en términos de eficacia en lo referido a los objetivos de la enseñanza y de aprendizaje fijados, además de favorecer un mensaje claro, sencillo y directo. Es en estos aspectos pedagógicos donde residen los tres pilares básicos de la formación e-learning: el temario impartido y la manera de acceso, el profesor que lo imparte y, por último, la predisposición y la actitud de los alumnos. El kit de la cuestión no radica tanto en el aspecto tecnológico sino más bien en los aspectos pedagógicos del e-learning, derivados del saber qué hacer, cómo hacerlo y qué queremos conseguir al hacerlo.

 

Sin embargo, en contadas ocasiones nos detenemos a profundizar en las bases pedagógicas del e-learning. En esta ocasión sí lo vamos a hacer. A lo largo de este artículo iremos desentrañando los aspectos más significativos que integran las bases pedagógicas del e-learning. Empecemos en una definición de e-learning:

«E-learning es un enfoque para enseñar y aprender, que representando todo o parte de un modelo educativo aplicado está basado en el uso de dispositivos y medios electrónicos como herramientas para mejorar el acceso a la formación, comunicación e interacción y que facilita la adopción de nuevos modos de entender y desarrollar aprendizajes» (p. 152).

Es la definición más completa de e-learning que existe. Es obra de los investigadores Sangrá A., Vlachopoulos, D. & Cabrera, N. (2011.), quienes realizaron un estudio donde emplearon diversas técnicas de investigación como la revisión bibliográfica y el Método de Delphi con el objetivo de elaborar una definición lo más completa posible del concepto de e-learning.

Cierto es que el e-learning es una modalidad de formación que ha revolucionado las bases educativas y que cada vez cuenta con más auge debido a los numerosos avances tecnológicos existentes y a la democratización de la tecnología.

Estamos asistiendo a un aumento de la oferta y de la demanda de la formación e-learning, que comprende desde cursos de unas horas hasta grados universitarios e incluso másters y MBAs. Dicho crecimiento, además, se está produciendo de manera exponencial. Y consecuentemente el e-learning se está convirtiendo en un negocio cada vez más rentable al eliminar las barreras geográficas y temporales, la flexibilidad de horarios y una comunicación eficaz entre profesor – alumno, entre otras. El aspecto de la rentabilidad de la formación online lo abordamos en un artículo anterior.

El e-learning así mismo supone una salida a nuevas oportunidades profesionales, bien ampliando los conocimientos de los alumnos en su área de trabajo, bien preparándoles hacia un nuevo objetivo profesional en unos momentos de crisis económica como los que vivimos, que han propiciado la pérdida de miles de empleos. No debemos olvidar que hoy en día tenemos la necesidad de un perfeccionamiento constante que nos introduce la necesidad del conocimiento. Actualmente nos encontramos con una amplia variedad de cursos online.

En esta ocasión queremos profundizar más y centrarnos en las bases pedagógicas del e-learning. Como decíamos, es un tema poco tratado pero de suma importancia.

 

ASPECTOS PEDAGÓGICOS DEL E-LEARNING

Los aspectos pedagógicos del e-learning son los siguientes:

  • El e-learning es una estrategia formativa que ofrece la posibilidad de resolver muchos problemas educativos que tenemos en la actualidad, destacando la incompatibilidad de horarios y el coste económico.
  • En el e-learning se han depositado un gran número de esperanzas, algunas de las cuales es cierto que se han visto confirmadas. No obstante preocupa la tasa de fracaso y de abandono en este tipo de formación. Hace unos días te contamos las claves sobre cómo realizar un curso online con éxito.
  • “E-learning” es sinónimo de “aprendizaje en red”, “teleformación”, “aprendizaje virtual” estando al alcance de cualquier persona.
  • En el e-learning se emplea una variedad de materiales de aprendizaje: materiales impresos, textos, imágenes, esquemas, infografías, aplicaciones, FTP, videos bajo demanda, búsquedas en Internet, uso del teléfono, tecnología CD-ROM y un largo etcétera.
  • A la hora de realizar un curso online la motivación del estudiante desempeña un papel indispensable.
  • Del mismo modo, es necesario que tanto los alumnos como el profesor conozcan y dominen ciertas destrezas tecnológicas.

 

E-LEARNING Y EDUCACIÓN

Toda base teórica refleja los valores y las creencias relativas a la experiencia educativa, poniendo de manifiesto los ideales por los que trabajamos. Sin embargo, el e-learning ha revolucionado las bases educativas establecidas con la introducción de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Es más, la llegada del e-learning al ámbito educativo va más de allá de la irrupción de las TICs. Ya hemos comentado que el alma del e-learning es el aspecto pedagógico de esta modalidad de enseñanza.

¿De dónde provienen los aspectos pedagógicos del e-learning? Sostienen los expertos en la materia que los aspectos pedagógicos del e-learning están fundamentados en los principios de interacción y continuidad que desarrolló John Dewey en 1938. Estos principios dicen así:

  • El principio de continuidad sostiene que la educación es un proceso continuo de desarrollo del hombre en todas las dimensiones físicas, intelectuales, éticas, etc. Su importancia radica en que puede constituirse como la base de la educación futura. Dewey lo declaraba así: “el resultado del proceso educativo debe ser la capacidad de seguir formándose”, aportando valor al individuo y a la sociedad.
  • El principio de interacción se da entre el individuo y la realidad envolvente, de modo que la educación es una ventana abierta que persuade a la internalización en el todo social. Se identifican en un mismo marco temporal inmediato los mundos subjetivo (personal) y objetivo (social). Será mediante esta interacción cómo se generen las ideas que dan sentido al mundo exterior, es decir el significado es construido y compartido. A través de la interacción, las ideas son comunicadas y el conocimiento construido y confirmado.

La conjunción del principio de continuidad y del principio de interacción genera la “experiencia educativa” como resultado dialéctico dándose el binomio escuela – vida. Es más, Dewey concebía a la sociedad y al individuo en una relación de igualdad, no pudiendo existir por separado ni en relación de subordinación. Por lo tanto, el sistema educativo defendido por Dewey comprende la interacción entre la experiencia y los intereses personales, por un lado, y los valores, normas y conocimientos sociales, por otro. à Esta interacción se refleja en la transacción entre profesor y alumno en el modelo e-learning.

La “experiencia educativa” arranca de y desde la experiencia, los programas y los métodos supeditados a ello, favoreciendo la acción y la experimentación, y convirtiéndose finalmente en experiencia. De este modo, sostiene Dewey, los programas no se centran en las adquisiciones de contenidos logrados, sino que éstos son el capital básico de apertura para la exploración de otros logros presentes y futuros.

El filósofo Dewey elaboró su filosofía en función de los problemas de la educación, conociéndose con el nombre de pragmatismo o teoría del desarrollo universal, en la cual concebía la actividad de la mente sobre condiciones concretas y no en abstracto, habiendo siempre una causa que provoca el pensamiento. Dewey desarrolló su trabajo en torno a la Escuela Progresiva como consecuencia del desencanto y la no respuesta a ciertas preguntas o resultados de los modelos vigentes en aquel momento. Criticó la escuela tradicional, cuyo fin es “prepararse para la vida adulta” y “para una vida después de la muerte” a la vez que propuso diversas alternativas como la descrita anteriormente.

 

La realidad ha cambiado a día de hoy. El tema dominante no es el mayor acceso a más información. Nos enfrentamos a un reto complejo: ordenar y dar sentido a la cantidad ingente del material disponible. La explosión de información y los avances en el terreno de las comunicaciones hacen necesarios nuevos enfoques que ayuden a gestionar esta situación. Porque la realidad del e-learning no se puede negar ni obviar. Los educadores se han dado cuenta de que la solución a largo plazo consiste en crear un entorno educativo donde los alumnos aprenden contenidos y, lo más importante, aprendan a aprender, donde cada persona desarrolle el pensamiento crítico y las capacidades de autoaprendizaje que le puedan resultar útiles a lo largo de su vida. Bienvenidos a la era del conocimiento.

Si el e-learning se termina finalmente convirtiendo en la tecnología dominante de los patrones educativos, será necesaria la formulación de unos principios educativos adecuados. El e-learning e Internet son maravillosas fuentes de ideas, pero para ser “genuinamente educativas”, como diría Dewey, deben ofrecer una experiencia que asegure “continuidad” o sea la base de experiencias educativas nuevas y valiosas. Al menos la perspectiva filosófica integrada en la noción del constructivismo de Dewey define por sí misma la transacción educativa, concretamente a las responsabilidades de profesores y de estudiantes en una experiencia de formación.

En conclusión, la era de la información y del mundo interconectado las 24 horas, los 365 días obliga a los educadores a replantearse la experiencia educativa, más con la irrupción y cada vez mayor consolidación del e-learning como alternativa formativa. El e-learning se desarrolla desde la perspectiva tecnológica y también desde la perspectiva pedagógica. En este último aspecto es necesario aprender a aprender y que el entorno educativo desarrolle y promueva la capacidad para pensar y aprender de forma autónoma y conjunta al mismo tiempo, orientada hacia la reflexión y hacia la cooperación, a la vez que estar motivados para seguir aprendiendo a lo largo de la vida. Las estrategias didácticas que se apliquen redundarán en la calidad de la acción educativa.

 
 
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