Cuando de modelos pedagógicos innovadores se trata, siempre nos llenamos de curiosidad. Uno de los más novedosos de los que se está empezando a hablar recientemente es el Flipped Classroom o también conocido en el mundo de los educadores como FP, para abreviar. Un método semipresencial que se está aplicando en todos los niveles de enseñanza con buenos resultados.
En pocas palabras, se trata de un modelo de enseñanza que combina la parte presencial con el trabajo a distancia para aprovechar de la mejor manera cada ambiente. Flipped classroom consiste en transferir la labor de algunos procesos de aprendizaje fuera del aula y a cambio, dejar libres más horas dentro de esta, de manera que cuando se reúne la clase, el tiempo se aprovecha mejor. Junto con la experiencia del docente en este campo, se busca potenciar la práctica de los conocimientos aprendidos y se permite que sean los propios estudiantes quienes los aprendan en casa. Profundicemos un poco más en la técnica.
Un enfoque integral
El flipped classroom tiene un enfoque integral que se sustenta en la aplicación de métodos constructivistas. Cuando el método se aplica de manera adecuada, el éxito se puede medir gracias a las habilidades que van obteniendo los estudiantes, estas a su vez se pueden evaluar gracias a la Taxonomía de Bloom, un sistema de clasificación de habilidades que surgió en el año 1948 en Boston pero que con los años ha ido evolucionando y adaptándose. De acuerdo con esta clasificación, el intercambio de ideas y materiales favorece la investigación y poco a poco el alumno va subiendo escalones en la pirámide. Dicha pirámide tiene una base grande que se relaciona con la memorización, más arriba está la comprensión, la aplicación del conocimiento, luego el análisis, la evaluación, la creatividad, etc. Poco a poco, el alumno va integrando lo que aprende siguiendo este esquema natural que fue teorizado hace mucho pero que sigue siendo vigente y se revisa cada cierto tiempo por los expertos en psicología y enseñanza.
¿Cómo nació el método?
En Colorado, Estados Unidos, fueron dos profesores de química de la escuela secundaria de Woodland Park, los que se empezaron a interesar por un hecho repetitivo: muchos estudiantes perdían clases por motivos de fuerza mayor, por ejemplo, por enfermedades comunes o por la imposibilidad de estar presentes en clase. En el deseo de ayudar a estos alumnos, Jonathan Bergmann y Aaron Sans, se dedicaron a buscar soluciones al problema. Es bien sabido que cuando uno o más alumnos no asisten a clase, en la pedagogía más tradicional, pierden mucha información básica para el desarrollo de las clases siguientes. Esto influye no solo en los que perdieron la clase si no también en los que no la perdieron, pues el profesor debe adecuar su discurso, teniendo en cuenta a los que van con algún retraso en el avance de los contenidos del programa.
Para evitar todas las consecuencias de las faltas de los alumnos, empezaron a impulsar la grabación de las clases y distribuyeron los vídeos cuando esto era necesario. En contra de los que podrían creer que este sistema estimularía las faltas a la escuela, notaron que existían muchas ventajas al hacerlo. Por ejemplo, permitía que el profesor se centrase más en atender las necesidades de aprendizaje de tipo individual de los estudiantes. A veces, el alumno podía visualizar el vídeo en casa y luego en clase el tiempo servía para aclarar, comentar, resolver dudas, etc. Al final de cuentas, el estudiante tenía más información y sobre todo, había comprendido bien el tema. El método siguió avanzando hasta nuestros días y se utiliza cada vez más.
Algunas ramificaciones del método
Como decíamos, en la escuela de Colorado se abrió una puerta grande para la investigación del flipped classroom y se fueron creando algunos métodos y técnicas similares, siempre dentro del paragüas de la PI o Instrucción Peer que fue desarrollado por el profesor Eric Mazur de Harvard.
Una de las técnicas que quisiéramos resaltar en relación a Flipped classroom es el just in time pues complementa muy bien el tema que compete este post. Se trata de recibir retroalimentación o feedback de primera mano por parte de los estudiantes justo el día antes de la siguiente clase, de manera que el profesor se preparar para atender con gran eficacia las posibles deficiencias que existan en la comprensión del contenido a tratar. Este tipo de trabajo exige mucho compromiso de parte del profesor y los alumnos, pero es muy eficaz en la enseñanza. El modelo del profesor Mazur de Harvard ayuda especialmente a la comprensión de conceptos y tiene algunas connotaciones similares al Flipped Classroom. En la práctica, existen muchos docentes que complementan ambas formas de enseñar.
Los beneficios del flipped classroom
En resumen, la innovación educativa que supone la “clase invertida” o flipped classroom, ofrece los siguientes beneficios:
- La existencia de un entorno flexible, algo muy popular en nuestra sociedad y que va en aumento también en el ambiente laboral, permite a los docentes dedicar más tiempo a la diversidad de necesidades de la clase. Los educadores crean espacios adaptables y son los mismos alumnos los que pueden decidir cómo y cuándo aprender. Las expectativas de tiempos de aprendizaje y las evaluaciones son flexibles también. Todo esto se hace con mucha facilidad gracias a la tecnología y a Internet, que agiliza cada proceso notablemente.
- El profesor o profesores tienen la oportunidad de gestionar el tiempo de mejor forma, pueden compartir conocimientos entre colegas, con los alumnos, con la comunidad. Su papel es mucho más estratégico y relevante, la cura de los contenidos forma parte de su trabajo diario y la selección de la forma de transmitirlos es clave para el éxito o el fracaso. Por este motivo, se revaloriza su profesión.
- El repaso como idea, se renueva gracias a las nuevas técnicas de aprendizaje. Por ejemplo, en Flipped classroom, el alumno tiene la posibilidad de volver a acceder a los mejores contenidos generados por los profesores.
- El aprendizaje colaborativo es uno de los pilares de la sociedad actual, no trabajar sobre este criterio, es una forma de no dar frente a la realidad. El Flipped Classroom crea un ambiente colaborativo en el aula, crea curiosidad y se alimenta de los intereses personales para enriquecer el proceso de aprendizaje.
- Especialmente cuando se usa este método en la educación primaria, el papel de las familias, aumenta notablemente, se les involucra desde el primer momento y el efecto de su labor se hace notar en los resultados de los alumnos.
Flipped clasroom es un enfoque pedagógico en el que la instrucción directa pasa del espacio colectivo (el clásico salón de clase) hacia el espacio individual (la casa, la biblioteca, el estudio, etc.) En este cambio de lugar, el aprendizaje gana dinamismo e interactividad. El educador va haciendo una labor de guía, siempre presente aunque no físicamente, a través del contenido ofrecido para revisar la aplicación del aprendizaje de los conceptos.
El método, como hemos dicho, se alimenta de las potencialidades de la web, especialmente en la sistemización de la creación de recursos, contenidos y la búsqueda de fuentes. Las posibilidades dentro de un entorno abierto y dinámico, se multiplican. Se alteran los roles para favorecer al alumno. Esta es la educación del futuro, una educación basada en el compromiso, más flexible y colaborativa.