De acuerdo con la información del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la formación continua es un proceso de enseñanza activo y permanente. A este tienen derecho (y obligación) algunos profesionales como por ejemplo, los sanitarios, tanto sociales como del sistema sanitario. Este tipo de aprendizaje se destina a actualizar y mejorar los conocimientos y habilidades de cara a la evolución tecnológica y científica. Si bien se contempla este tipo de formación únicamente para algunos sectores, en la actualidad la formación continua se contempla como una ideología que pueden seguir todos los profesionales sin importar su ámbito de desarrollo laboral.
Los objetivos de la formación continua
Los principales objetivos de la formación continua pueden ser, entre otros, la actualización de los conocimientos de los profesionales para asegurar su cualificación, motivar e incentivar su trabajo de cada día. Además, es importante el uso de programas de formación continua como medio para potenciar la capacidad de los profesionales para hacer una valoración adecuada de los recursos de trabajo en lo que se refiere a los beneficios individuales y colectivos de los miembros de la empresa y de los clientes con quienes se relaciona la empresa.
Un tercer objetivo de la formación continua podría ser la generalización de los conocimientos.
En este punto es muy interesante ver cómo la formación continua en el entorno de las empresas ayuda a tener una base de conocimientos y habilidades generalizada. En un ejemplo sencillo, esto funcionaría de la siguiente manera: imaginemos una empresa de comunicación donde la mayor cantidad de trabajadores tienen una base de conocimiento de ciencias de la comunicación; el resto de trabajadores que proceden de otras facultades, aunque no deban ser expertos en comunicación podrían apreciar (y sería quizás adecuado) un curso de formación sobre el trabajo en el área de las comunicaciones. Este tipo de generalización del conocimiento es muy valioso para definir el camino a seguir de cualquier empresa.
La percepción de la responsabilidad de los profesionales es también un punto importante. Enseñar a los profesionales la importancia de estar en formación continua es un modo de enseñarles también a valorar la responsabilidad de su profesión, no solo si son médicos y tienen la responsabilidad sobre sus pacientes o si son abogados o arquitectos; todas las profesiones implican un grado de responsabilidad que merece el esfuerzo de mantenerse en formación continua. De hecho, la graduación de un curso no es un fin si no el inicio de un camino del cual apasionarse hasta el fin de los días.
La formación continua se está convirtiendo en una necesidad por varios motivos entre los que resaltan la velocidad con la que cambia el ambiente de trabajo y la incursión de nuevas herramientas y metodologías. Para que un profesional pueda estar adaptado a un entorno cambiante, debe mantenerse siempre en formación. Antes se pensaba que solo algunas profesiones requerían de una formación continua, hoy en día todos los sectores lo exigen. En EducaciOnline creemos en la importancia del aprendizaje que no se limita a un periodo de tiempo prefijado y por ello, hoy te explicamos un poco más sobre la formación continua y sus múltiples beneficios.
Beneficios de la formación continua
Los beneficios económicos de la empresa que invierte en formación continua son muchos y pueden llegar a sorprender a muchos. En primer lugar, comportan una deducción del importe de formación en las cuotas de SS por el sistema de bonificaciones. Además de aportar una deducción directa que puede consistir hasta en un 10% del importe total de la formación (en el impuesto de sociedades), los costes cuentan como un gasto y por ello, ofrecen beneficios fiscales. Obviamente, aparte de este beneficio, el mayor punto positivo de ofrecer formación continua a los empleados es la motivación que genera.
Ofrecer formación a los empleados significa hacerlos sentir valorados por la empresa en la que trabajan. La productividad sube cuando se invierte en formación porque los empleados, al saber que son tomados en serio, se comprometen más con la empresa y empiezan a pensar en un recorrido de largo plazo en dicha entidad.
Además, esto mejora notablemente el clima laboral ya que se favorece el crecimiento personal y profesional de las personas. Los cursos de formación, tanto los grupales como aquellos individuales, ayudan a mejorar la cualificación de los trabajadores y al sentirse más capaces, consiguen desarrollar su trabajo de forma eficaz y trasladar el conocimiento aprendido al resto de sus compañeros. Estos cambios se hacen sentir también en el entorno de la empresa que se posiciona en contraposición al resto de empresas como una más competitiva gracias al valor de sus recursos humanos. El talento se va formando poco a poco creando profesionales cada vez más capacitados y más valiosos en su conjunto, algo que luego se ve claramente en la formación de equipos.
El trabajador adquiere también ventajas gracias a la formación que reciben, porque enriquecen su perfil y todo lo aprendido elevan su posición dentro de la empresa. Cuando las políticas de formación se complementan con políticas de promoción, la motivación es aun mayor para el trabajador ya que no solo aprende, adquiere conocimientos y destrezas que podrá aprovechar en la empresa y en su vida personal, si no que también podrá optar a un mejor puesto de trabajo de mayores responsabilidades. Cuando el departamento de recursos humanos aplica este tipo de programas de desarrollo continuo, crece en todo sentido; puede producirse un ascenso profesional y una mejora de las condiciones laborales, entre otras ventajas.
La formación continua y sus beneficios para los países
El Estado se beneficia ampliamente de las políticas de formación continua pues es un instrumento que impulsa la creación de empleo de calidad y aumenta la competitividad de la economía del país. La formación continua tiene un rol estratégico en los países, porque crece la exigencia de las empresas públicas y privadas hacia los trabajadores; los criterios de evaluación aumentan de nivel y se revaloriza reconocimiento de las competencias laborales.
La formación continua a nivel macro es una herramienta que se pone a disposición de las empresas, los trabajadores y desempleados con el fin de mejorar sus niveles de competitividad y adaptación a los requisitos del mercado de trabajo, actualizar sus conocimientos y en definitiva, ayudarles a ser más valorados de cara al mercado de trabajo. Desde el ministerio, se proponen varias líneas de actuación para la formación continua, por ejemplo, los cursos para empleados, los cursos de especialización para parados y los de demanda para empresas. En nuestro país existe un alto número de parados que llevan más de un año en situación de desempleo, personas para las cuales la formación es de absoluta necesidad pues para encontrar un espacio en el difícil mundo laboral actual, el grado de empleabilidad debe ser cada vez mayor.
Este término es clave en la actualidad, ya lo hemos tratado otras veces con amplitud en nuestro blog, te invitamos a conocer más sobre estos temas siguiéndonos aquí y en nuestras redes sociales.