Al pensar en realizar alguna formación, es posible que pienses en la “empleabilidad” sin saberlo. Este concepto se refiere al potencial que cada individuo tiene de ser requerido en una empresa para pasar a formar parte de su personal. La empleabilidad, como podrás imaginar, no se refiere solo a la formación técnica de la persona sino también a sus habilidades, a sus capacidades y aspectos de sus personalidad que serán tomadas en cuenta al momento de evaluar su perfil como candidato a un puesto de trabajo.
Todas las personas tenemos que aprender a rentabilizar todos estos aspectos para poder ser más fácilmente elegidos en cualquier proceso de selección laboral.
¿Qué exige el mercado laboral actual?
Teniendo en cuenta la altísima tasa de paro que se vive en nuestro país, es natural decir que más que nunca, estamos en un entorno bastante competitivo. Muchos se quejan de este escenario, en el cuál es difícil destacar y desarrollarse. Algunos se vuelven pesimistas y se quedan con la idea de la imposibilidad de salir adelante en un ambiente con estas características. Sin embargo, existe la posibilidad de enfrentar el problema ocupándonos con seriedad en que nuestros perfiles sean más atractivos.
En este entorno competitivo que describimos, cada profesional tiene que buscar la forma de diferenciarse del resto de personas destacando en uno o varios ámbitos. Por ejemplo, puede ser de gran valor el conocimiento de idiomas, el control de ciertos programas informáticos, el desarrollo de sus habilidades de comunicación, su creatividad y originalidad, su flexibilidad para viajar, etc. También intervienen en la empleabilidad algunas cuestiones de tipo personal como el entusiasmo, la capacidad inventiva, la organización o la responsabilidad, también es bastante valorable la tenacidad que un CV puede demostrar con el estudio continuado de aquello que le interesa a la persona candidata, entre otros.
¿Cómo mejorar tu empleabilidad?
Para mejorar la empleabilidad es necesario conocer las motivaciones profesionales de las personas para poder sacarles partido. También es recomendable hacer una indagación sobre las habilidades que se tienen y las fortalezas de cada perfil profesional o capacidades que se pueden empezar a desarrollar. Lo más importante es poder adecuar el perfil personal al puesto de trabajo solicitado siendo lo más sincero posible y destacando aquello que puede ser útil para la empresa a la que se desea contactar.
Dicho esto, que sería la base de la empleabilidad, es importante saber cuáles son los factores que determinan la capacidad de una persona para ser empleado de una empresa.
La empleabilidad es un concepto que muchas veces se traduce o se entiende como el reto personal de encontrar empleo pero que no sólo se corresponda con la mentalidad de la persona y su forma de ver a la empresa si no también el encontrar el lugar donde los valores sean integrados con los de la dirección general de la empresa y los miembros que la componen por tanto son todos estos los aspectos que los profesionales deben integrar al estudio de una oferta de trabajo adecuada para ellos.
Por parte de la empresa, la mejora de la empleabilidad pasa por la generación de sistemas que afiancen su competitividad en el sector y la clara comunicación de sus fortalezas en contraposición con el resto de empresas similares a ella. Es menester tanto de la dirección general como del departamento de recursos humanos aunque podemos decir que el desarrollo de la empleabilidad en el seno de una empresa termina siendo tarea de todos.
Factores que determinan la empleabilidad
Existen siete tipos de factores: los personales, los de la empresa, los del entorno, los educativos, los académicos, los sociolaborales y los institucionales.
Factores personales son aquellos que se relacionan con las etapas de vida del individuo, las instituciones con las que interactúa en cada una de ellas. En este sentido podemos decir que la empleabilidad depende de la voluntad de cada persona. Sin embargo, muchas veces los factores laborales hacen que surjan problemas que afectan a la persona. Por ello, el candidato debe intentar conocer bien cómo es la empresa, qué tipo de cultura empresarial tiene para decidir si se adapta a sus valores y características personales. En tercer lugar hablamos del entorno, que puede llegar a ser un factor determinante en la empleabilidad, como por ejemplo los problemas de paro que estamos sufriendo en España y que pueden hacer que muchos profesionales tengan que buscar un futuro fuera de las fronteras. En cuanto a los factores educativos y académicos, es importante darle valor a la formación de cada persona, tanto a nivel cultural como académica, resaltar lo que se ha realizado y ser consecuente con la selección de cursos de formación, siempre de acuerdo al perfil de cada uno y a lo que se desea lograr con la conclusión de dichos estudios. En cuanto a los factores socio laborales, es destacable hablar de estabilidad en el puesto de trabajo, algo que se hace importante para los candidatos, que cada vez valoran más esta característica dentro de las ofertas de trabajo. Finalmente existen factores institucionales, la estructura organizativa que impera en el entramado empresarial, la calidad del sistema educativo del país que hace posible que las personas tengan mayor o menor empleabilidad, las barreras o facilidades que aporta el Estado para los estudiantes y trabajadores, las pautas de gestión de los recursos humanos, las leyes vigentes en el sector del empleo, etc.
De cara al mercado laboral, el profesional debe intentar conocerlo bien, saber hacia dónde se mueve, qué requisitos pueden estar siendo solicitados
Los valores y finalidades de la empleabilidad para las empresas
El valor objetivo de la empleabilidad se centra en elementos fácilmente cuantificables como los sistemas de gestión, la experiencia y las responsabilidades. Las empresas se plantean cómo incorporar a los mejores profesionales a sus empresas que aporten solidez al proyecto empresarial en su conjunto. Además, desean saber identificar a estas personas clave a través del conocimiento profundo de las características de cada perfil requerido y desarrollan mecanismos que permitan desarrollar dichas características para que las personas que ingresen, crezcan dentro de la empresa y ayuden a la mejora de la misma.
Tipos de empleabilidad para las empresas:
- Empleabilidad interna es aquella que determina la competitividad de un trabajador que ya forma parte de la empresa. En este sentido, la empresa debe dedicarse a desarrollar las características positivas de la personas para que su perfil encaje con las necesidades de crecimiento que pueda tener la organización.
- Empleabilidad externa es la que tiene un trabajador dentro del mercado laboral, es decir, de manera más general.
Las ventajas de la empleabilidad tienen dos visiones, la del empleado y la de la empresa. El empleado, gracias a la empleabilidad puede desarrollarse dentro de la compañía para continuar siendo competitivo para ella y para el mercado. Es decir, le ayuda a continuar desarrollándose. Por el otro lado, para la empresa, la empleabilidad permite ajustar sus esfuerzos en formación, desarrollar sistemas de gestión dentro de ella para poder estar al mismo nivel con sistemas más competitivos que pudieran existir dentro del mercado en el que se desenvuelve. Asimismo, para empresa la empleabilidad ofrece una ventaja importante y es que esta significa que la gestión de la empresa tiene más posibilidades de crecimiento porque cuenta con procesos internos bastante competitivos y puede conseguir a los mejores talentos que hay en su entorno.
El mercado laboral ha cambiado. De hecho en las dos últimas décadas la demanda de titulados se ha triplicado hasta el inicio de la crisis. Aunque esto fue así, ahora no basta con tener cualquier título para poder conseguir un trabajo. Actualmente existe un claro desajuste entre la oferta y la demanda de empleo y por ello muchas carreras profesionales tienen un alto índice de paro. La formación de post grado se ha generalizado y ya no es un lujo de pocos. La oferta de estudios de post grado y másters se ha multiplicado aunque muchas veces lo que sucede es que la preparación que tienen los profesionales egresados de las escuelas de formación no se corresponde con las verdaderas necesidades del mundo empresarial actual. Asimismo, las competencias técnicas se han convertido en una llave para acceder a muchos puestos de trabajo ya que son necesarias para la resolución de problemas con autonomía, ser más efectivos en la resolución de tareas y adaptarse al entorno cambiante en el que vivimos.